1. Emisiones de gases de efecto invernadero: Las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), la agricultura intensiva y la deforestación, liberan grandes cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O) son algunos de los principales contribuyentes al calentamiento global.
2. Aumento de la temperatura global: Estos gases de efecto invernadero atrapan el calor del sol en la atmósfera, lo que resulta en un aumento de la temperatura global. Este aumento conduce a eventos climáticos extremos, como olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas más intensas.
3. Cambio en los patrones climáticos: Las actividades humanas también provocan cambios en los patrones climáticos, lo que puede afectar la disponibilidad de agua, la agricultura, la biodiversidad y la seguridad alimentaria a nivel mundial.
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